Crítica a una estrategia que prioriza el beneficio por encima de la verdad y asfixia a los medios que alimentan a la propia inteligencia artificial de Google
Desde hace décadas, Google se autoproclamó la puerta de entrada a la información global. Pero esa misma puerta hoy se está cerrando, con cerrojo de inteligencia artificial. La reciente expansión de los AI Overviews (resúmenes generados por IA que aparecen antes que los resultados reales) no es una mejora del buscador, sino un golpe directo al ecosistema abierto que ha sostenido Internet durante años.
Una IA sin responsabilidad… ni precisión
La experiencia de buscar en Google se ha degradado. Los resúmenes de IA, lejos de mejorar la precisión, ofrecen respuestas sin fuente clara ni autor identificable. Lo que antes era una lista de enlaces ahora es una “verdad” ofrecida por una IA anónima que, como ha quedado demostrado en múltiples ocasiones, puede fallar estrepitosamente. ¿El ejemplo más inocente? Preguntar si “hoy es viernes” y recibir como respuesta: “No, hoy no es viernes. Hoy es viernes, 30 de mayo de 2025”. El problema es que este tipo de errores son solo la punta del iceberg.
Google ha dejado de ser un intermediario neutro para convertirse en juez y parte del conocimiento. El buscador que antes dirigía tráfico a los creadores ahora se convierte en su competencia directa. Ya no interesa que los usuarios hagan clic: interesa que se queden leyendo lo que la IA ha sintetizado con información que, paradójicamente, ha sido recopilada gracias a esos mismos medios que ahora ignora.
¿Quién alimentará a la bestia cuando mate a sus proveedores?
La IA de Google no se entrena en el vacío. Se nutre de millones de artículos, publicaciones, tutoriales y reseñas. ¿Qué pasará cuando los medios que generan ese contenido no puedan seguir produciendo porque el tráfico —y por tanto, los ingresos— han desaparecido? La respuesta es simple: la IA se quedará sin alimento. Y entonces no habrá ni IA ni periodismo que valga.
Este dilema no es hipotético. Es real, urgente y actual. La expansión global de AI Overviews amenaza el equilibrio entre acceso al conocimiento y sostenibilidad de la información verificada.
Una extensión como resistencia digital
Avram Piltch, editor técnico de Tom’s Hardware, ha decidido plantar cara creando una extensión gratuita llamada Bye, Bye Google AI. Disponible para Chrome y Edge, esta herramienta permite ocultar los resúmenes de IA y otras secciones molestas de los resultados, como los vídeos o los “People Also Ask”.
En pocas semanas, la extensión ya ha sido descargada por más de 41.000 usuarios que simplemente quieren recuperar una experiencia de búsqueda limpia. Además, se ha actualizado a 19 idiomas y permite incluso ocultar la pestaña de modo IA completa.
Alternativas para quien quiere seguir buscando
Para quienes prefieren soluciones manuales, existen otras opciones:
- Añadir “
-noai
” a la búsqueda. - Usar el parámetro “
?udm=14
” para acceder al modo web puro de Google, sin IA ni elementos visuales adicionales. - Configurar el navegador para usar este modo web por defecto.
- En móviles, usar el sitio tenbluelinks.org para añadir un motor de búsqueda limpio a Chrome o Edge.
Un modelo insostenible que ahoga la diversidad
Google parece decidido a mantener al usuario dentro de su propio jardín vallado, exprimiendo cada impresión publicitaria a costa del pluralismo informativo. Pero al hacerlo socava la economía de quienes producen contenidos útiles, verificables y originales, desde periodistas hasta desarrolladores independientes, desde educadores hasta foros comunitarios.
El futuro de la web está en juego
La pregunta ya no es si Google puede hacerlo, sino si debería hacerlo. ¿Puede una IA suplantar el trabajo de expertos, medios y creadores sin citar ni remunerar? ¿Queremos un buscador que no busca, sino que genera su propia “verdad” sin rendir cuentas?
La batalla no es solo tecnológica. Es ética, cultural y económica. Cada vez que Google prioriza su IA sobre los enlaces, reescribe las reglas del acceso al conocimiento. Y si no reaccionamos, puede que mañana no tengamos una web a la que acceder.
vía: tomshardware